Quiero empezar este post agradeciendo a Dios por ser la guía principal en mi vida y deseo dedicarlo a cada una de las mujeres valientes que se encuentran leyéndolo, ustedes forman parte importante de este mensaje.

Imagina que estás a punto de saltar en un paracaídas, te encuentras con el cielo azul, la vista es espectacular, la adrenalina corre por tus venas y tienes la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable, posiblemente no se vuelva a repetir.

Posiblemente me digas que no; y, quizás, a punto de saltar, yo también diga que NO. Pero, ¿por qué no? , ¿por miedo?

Hay voces dentro de nuestro cerebro diciéndonos todo el tiempo: “no es el momento”, “esto no es para mí”, “no soy capaz de hacerlo”.

Normalmente no estamos dispuestos a hacer cosas extraordinarias porque creemos que nos quedaremos en el intento.

EL MIEDO a lo desconocido normalmente nos paraliza.

Decisiones tan simples como cortarse el cabello o decisiones tan fuertes como cambiar de ciudad, cambiar de carrera, cambiar de negocio son tan difíciles de tomar. Pero, una vez que lo haces, te redescubres, sabes que puedes afrontar los cambios y lograr grandes cosas que jamás hubieses imaginado.

Cuando enfrentamos la vida que escogemos seguir, damos lo mejor de nosotros, en el camino nos encontramos con situaciones que construyen oportunidades y se convierten en grandes experiencias, entonces nos aferramos a ellas.

El APEGO es uno de los obstáculos que a veces no nos permite avanzar.

Carol Vera- Blogger de Sin Tacones

Nos apegamos a cosas sencillas o situaciones que nos sumaron en su momento, pero después, simplemente, dejaron de aportar valor a nuestra vida y es hora de tomar LA DECISIÓN de dejarlas. 

Dejar, por ejemplo, esa relación que no suma en tu vida o aquel trabajo que ya no aporta las cualidades necesarias para seguir creciendo. Nos apegamos a la comodidad y no queremos salir de nuestra zona de confort, los años empiezan a pasar y nuestros deseos y sueños se quedan olvidados en el camino.

El 2018, para muchos de nosotros, se fue en un abrir y cerrar de ojos, pero antes de que se acabe, supe que no quería otro año más en el que postergara muchos sueños que quiero cumplir.

Siempre postergamos cosas importantes, pero resulta que, simplemente, es una DECISIÓN hacerlas realidad.

En el momento que lo haces, llegan CAMBIOS que pueden aportar mucho  a tu vida, por fin decidiste enfocarte en eso que te hace feliz y que te apasiona.

En conclusión: sueltas, para que tus manos puedan estar listas para recibir las herramientas que te permitirán avanzar en una nueva etapa de tu vida.

¿Cómo saber si ese cambio que deseas hacer será el correcto?

Algo que aprendí en estos últimos años, es que cuando decides hacer algo diferente y sientes mucha paz y seguridad en tu corazón, es la señal correcta para dar el Sí.

Si tu guía viene de lo alto, escucharás esa voz que te dirá “Yo estoy contigo”, su voluntad siempre será agradable, buena y perfecta.

Deseo que para este año 2019 escribas las mejores experiencias en tu vida y te atrevas a los cambios.