Toda mi vida había considerado que ser emprendedora, me ayudaría a tener libertad de tiempo y dinero. Tenía claro que trabajar para alguien era contribuir al crecimiento de otros. No obstante, el sueldo mensual me daba más seguridad en mis pagos; sabía con cuánto contaba cada mes, en qué debía gastar y en qué no. Pero, un día cuando sentí estar limitada supe que era momento de tener mi propio emprendimiento.

El primer emprendimiento fue hacer uniformes empresariales a pequeñas empresas, esto me permitió empezar con un pequeño capital, con mi experiencia en Diseño de Modas  gané  dinero en poco tiempo. Fue una buena oportunidad de negocio, pero al no contar con una gran inversión para un taller de confección tuve que depender de otros para desarrollar el producto final, a mediano plazo, esto trajo problemas, los confeccionistas al saber cuáles eran las empresas empezaron a buscar los contactos de dichas empresas y se empezaron a cruzar con los contratos.

Luego, vino un siguiente plan a mi vida, necesitaba un negocio que me permitiera recibir ingresos diarios y que pueda aumentar mi mensualidad, que no tuviera capital amortiguado y que el flujo sea diario. Entonces, comenzó el proyecto COCOA (una peluquería). Un negocio dedicado a la belleza siempre es rentable, sabía que podría, aunque no sabía nada de la materia.

Fue toda una travesía, siempre dependía del estilista, hasta que un día se fue el estilista, el equipo de trabajo y los clientes; los únicos que llegaban eran los proveedores a cobrar la materia prima.  Tenía dos opciones: seguir con otro emprendimiento o continuar con COCOA. Había hecho una inversión de tiempo y dinero, así que decidí continuar.

Lo primero que hice fue pensar que yo tenía que retener a los clientes y la única manera de hacerlo era siendo yo la estilista. Así que pagué una buena suma de dinero por mi nueva carrera. En el camino me enamoré de lo que estaba aprendiendo, amé ser colorista, me especialicé y empecé a tener una cartera fija de clientes. Tomó un tiempo de 2 años para sentir que estaba funcionando, no fue fácil, largas horas de trabajo, pero estaba tan enamorada de lo que hacía que valía la pena.

Me había convertido en AUTOEMPLEADA, estaba en el segundo cuadrante del flujo de dinero de Robert Kiyosaki, autor de Padre rico Padre pobre. Estaba en COCOA, generaba dinero, pero si no estaba no había ingresos; se me acabaron las fiestas, llegaba tarde a cualquier compromiso, vivía para mis clientes, pero al mismo tiempo realmente disfrutaba lo que hacía y eso cubría cualquier cosa.

Leer más: ¿Qué es el cuadrante del flujo de dinero?

Habían pasado 9 años de mi vida, en el que trabajaba para el dinero, no obstante, en mi mundo paralelo, el universo había dado un giro total. Estamos en la era digital de los negocios y clientes globales y como mujer emprendedora decidí no quedarme como muchas personas que se aferran al negocio que emprendieron una vez, yo busqué evolucionar.

Llegó a mi vida una oportunidad de negocio que realmente me cambió. Este negocio se puede desarrollar y acrecentar tanto como uno lo permita. Comprometida y decidida empecé, sin jefes, sin horarios, pero sí con el compromiso de crecer y alcanzar lo que verdaderamente es la libertad financiera.

En mi décimo año de ser emprendedora puedo decir que me encontré con un negocio perfecto que multiplica mis horas de trabajo y que con un plan de recompensa justo puedo desarrollarlo en 162 países. Estoy en el tercer cuadrante del flujo de dinero de Robert Kiyosaki, la de los Inversionistas, donde se encuentra el 95% del capital y el 5% de la población y quería compartírselo a muchas mujeres que, así como yo, hace un año se están preguntando ¿Qué debo hacer para acrecentar mis ingresos? 

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Necesitas acción para emprender independientemente, 10 tips que te ayudarán a accionar:

  • Saber hacer contactos y crear vínculos.
  • Buscar un buen plan y ponerle fecha en el calendario, hará que lo ejecutes.
  • Busca emprender en algo que tenga una mínima inversión y te haga ganar diez veces más.
  • Piensa en grande, con mente ganadora.
  • Debes tener un mentor a seguir y aprender de él todo lo que más puedas.
  • Construye un plan financiero en el que no gastes en cosas que se van a devaluar y no sacaras ningún provecho.
  • Monetiza tus conocimientos
  • Si haz invertido en tu desarrollo profesional empieza a invertir en tu desarrollo personal.
  • Si estás laborando de manera dependiente, empieza buscando un ingreso adicional.
  • Sácale provecho al Networking .

 Si deseas ser una Mujer Emprendedora e independiente, no olvides que este planeta se capitaliza por la compra y venta de servicios y productos, si dices que no sabes vender no podrías tener un resultado financiero exitoso.