Cuando una pareja termina su relación amorosa, uno de los motivos que aseguran falló fue: La Comunicación. Y es real.

He estudiado la Comunicación desde todos los puntos de vista: el político, el periodístico, el organizacional, el publicitario, etc. Irónicamente tengo una maestría en Comunicación y soy profe de Lenguaje y Comunicación. ¡Vaya! Que la comunicación es lo mío.

Pero, cuando empecé a leer sobre los lenguajes del amor, me di cuenta que en nuestra comunicación personal aún falta mucho por aprender y enseñar. El tema me pareció tan fascinante. Así como, tan necesario descubrir los juicios que hay detrás de nuestras creencias, que por eso hoy estoy especializándome como coach ontológica. Yes!

¿Cómo es posible que en situaciones tan sencillas, que parecen obvias, como expresar amor, en realidad no nos entendamos?

Cuán importante es entender el lenguaje del otro. Y cuán importante es entender nuestros juicios sobre el amor. Hablar el mismo idioma no es suficiente.

Por eso, me pareció relevante compartir este post con ustedes. Les haré un resumen de lo que el escritor estadounidense y consejero matrimonial, Gary Chapman, denominó: Los 5 tipos de lenguajes del amor.

La forma de expresar amor es diferente según cada persona. Si nuestros padres no nos han dicho “te amo”, seguramente es porque nunca han aprendido a hacerlo, ¡pero claro que nos aman!

Ese amor lo vemos reflejado quizá en sus acciones: en el tiempo que comparten con nosotros o en sus muestras de servicio. Cuando nos preparan la comida, cuando nos preguntan si ya llegamos a casa, etc.

Lo mismo pasa en las relaciones de pareja. Si la otra no nos ama como nosotros queremos o mejor dicho, como CREEMOS que se debe amar, nos sentimos defraudados. Nos sentimos NO AMADOS. Por ello, es importante conocer ¿cuál es el lenguaje del amor de tu pareja? Y ¿Cuál es tu propio lenguaje del amor?

1. El contacto físico

Las personas que prefieren este lenguaje disfrutan de las caricias, de los abrazos. Se sienten amadas en los brazos del otro. Cruzar sus manos o besarse es muy importante para ellas. Esto les produce seguridad y felicidad. No a todas les gusta estar constantemente en contacto físico con el otro, pero sería alargador preguntare a tu pareja qué es lo que ella prefiere.

2. Palabras de afirmación

Este es el lenguaje de las palabras. Quienes se expresan a través de este lenguaje le gusta dar y recibir palabras de elogio, de admiración, de calma. Les gusta escuchar cuán importante son para el otro, de esa forma se sienten amados.  También pueden preferir las cartas de amor, los mensajes cariñosos, tal vez se sienten más cómodos escribiendo sus sentimientos.

3. Tiempo de calidad

Dedicarle tiempo a la persona que amamos es una demostración de amor. Para algunos esto es muy importante, se sienten desdichados cuando su pareja no comparte mucho tiempo con ellos. Por el contrario, si tu pareja tiene muchas ocupaciones y a pesar de ello, te dedica momentos para ustedes solos, hace planes y te sorprende, entonces te está dedicando tiempo de calidad. Él te ama. No basta con “estar” nuestra presencia debe ser significativa, hay que estar presente, en cuerpo, mente y alma. Recuerda que el amor se construye con pequeños momentos, pero significativos.

4. Los regalos

Cuando recibimos un regalo sin pedirlo nos sentimos halagados. No es necesario que el regalo sea costoso ni siquiera puede ser económico. Es el simple hecho de sentir que alguien pensó en nosotros. Puede ser un regalo elaborado con sus propias manos o algo sencillo. Recibir detalles de la otra persona, sobre todo en fechas especiales es, para muchos, una demostración de amor.

5. Actos de Servicio

Analiza qué actos de servicio tiene tu pareja hacia ti. Seguramente son muchos y no te has dado cuenta. Por ejemplo, prepararte el desayuno, cuidarte cuando estás enfermo, ayudarte en una tarea del hogar, cargar las compras, estar ahí cuando lo necesitas, etc. Todos son actos que demuestran su amor por ti. Tanto hombres como mujeres los necesitamos a veces. Muchas mujeres tienen estas demostraciones de amor hacia sus parejas, lo hacen porque les nace hacerlo. No es sumisión, es amor.