Soy millennial y me siento muy orgullosa de mi generación. A pesar de la gran presión social y críticas que se han generado en los últimos años sobre nuestras prioridades de vida, creo que hemos desarrollado una cultura más equitativa e inclusiva, donde la mujer tiene poder de decisión sobre su futuro y su vida reproductiva, es más segura de sí misma y es dueña de su libertad financiera. Y eso no puede ser insignificante.

¿Esto ha implicado poner en pausa la maternidad? Sí, en la mayoría de los casos.

Pero, en otros no ha sido un impedimento. Las mamás millennials han cumplido un papel multifacético, solas o en pareja, tienen claro que su desarrollo profesional y personal va de la mano.

Según una encuesta realizada en España por la compañía Merck y publicada en mayo de este año, 8 de cada 10 mujeres millennials y 6 de cada 10 de la Generación Z quieren ser madres en un plazo de 3 a 5 años. Es decir, la maternidad sigue siendo una etapa postergada.

Hay quienes juzgan esta decisión. Felizmente en las conversaciones de nuestra generación no aparece esta crítica. Hace mucho tiempo dejamos de preguntar ¿y los hijos para cuando?, somos más empáticos con la historia del otro y preferimos un ¿cómo has estado? o ¿qué es de tu vida? , sin prejuicios.

El mismo estudio revela que el 49% de la generación millennials y también la Z se han planteado alguna vez ser madre soltera. Esa es otra realidad.

Mantener una relación estable y comprometida es una de las dificultades que han tenido que enfrentar las mujeres profesionales de hoy y ese también es uno de los motivos de postergar la maternidad.

Crecimos con la idea de que tener un hijo es una tarea de dos y si ambos no están de acuerdo es mejor no tenerlo. ¿Para qué traer al mundo niños que van a sufrir? eso pensábamos hasta los veinte… y tantos. Ahora es muy común en las conversiones de mujeres que superan los 30, hablar de métodos de reproducción asistida como la inseminación artificial.  No tener pareja estable ya no es un impedimento para ser madre, si es que eso es lo que se desea.

Según el estudio de Merck, más de la mitad de las millennials (52%) asegura que es muy probable que congele sus óvulos para preservar su fertilidad, algo que también haría el 43% de las mujeres de la Generación Z.

En el caso de encontrar dificultades a la hora de conseguir el embarazo, el 58% de las mujeres millennials optaría por la reproducción asistida, mientras que el 40% de la Generación Z escogería esta opción y un 31% adoptaría.

Todas estas son algunas alternativas que se plantean en la actualidad. Las mujeres millennials aún en plena edad reproductiva son conscientes (¿o no?) que a largo plazo su fertilidad disminuirá y que  para entonces la decisión de ser madres ya no será suficiente. Si no te lo has planteado es un buen momento para hacerlo.

Cualquier decisión que hayas tomado sobre tu vida y tu futuro merece nuestro respeto porque cada mujer es un testimonio de vida diferente.  Ser madre no es una obligación, pero estoy segura que es una bendición.

¿Tú qué opinas sobre este tema?