Leí en algún libro, que las personas morimos no solo cuando dejamos de respirar sino cuando dejamos de perseguir sueños. Y es completamente real. Solo aquello que te hace soñar, imaginar, idealizar, desear con todo el corazón y la voluntad, es aquello que te inspira a levantarte todos los días, es tu motivación para ser feliz, no importa que tan difícil e inalcanzable creemos que sea; soñar es lo que le da sentido a nuestra vida.

Dejé de escribir hace más de dos años, cuando dejé de soñar.

Hice una pausa para replantearme metas, deseos truncados, evaluar decepciones, abrazar tristezas, trabajar impedimentos mentales, alejarme, alejarme mucho, ver este mundo desde afuera; conocerme, conocer otras personas, volver a acercarme, decidir, sentir, arriesgarme, volver a equivocarme y seguir. Ha sido un tiempo de prueba y error, mi propio método empírico para obtener conocimiento. Pero, era necesario.

Hice una pausa para analizar mis propósitos de vida, porque todos nacemos con un propósito de vida que muchas veces nos es difícil descubrir, pero que siempre está relacionado con nuestro talento, habilidades y sueños. Todos merecemos nuestro tiempo a solas. Yo me tomé el mío. Aprendí que no importa cuánto tiempo te tarde, es tu tiempo y es tu espacio.

La pos pandemia me dejó grandes cambios en mi vida. Después de estar acostumbrada a una vida en movimiento, caótica, socialmente activa, deslumbrante, intensa, insaciable; quité el pie del acelerador y frené sin previo aviso, solo frené. Comencé a andar en primera, sin prisa, viviendo lo necesario, lo rutinario, analizándolo todo, mi entorno y mis relaciones; cuán importante son las personas que nos rodean porque son quienes enriquecen nuestro espíritu y le dan luz a nuestros días o, por el contrario, son quienes nos matan, nos matan cuando no nos dejan ser y nos impiden soñar. Los llamo asesinos de sueños.

Hoy he decidido darle nuevamente propósito a mi vida. Escribir es mi catarsis, mi desahogo y mi libertad. Vivir en libertad, sin prejuicios, es una de las sensaciones más gratificantes de la vida.

Este blog es mi espacio, dedicado a mí, pero también a ustedes quienes tienen sueños, miedos y momentos de soledad. Este post es para todas quienes están postergando sus sueños porque los creen inalcanzables o absurdos, a quienes la rutina las está agotando y no encuentran un sentido de vivir; tómate tu tiempo para replantearte tus propósitos y hacerlos realidad, rodéate de personas que te acompañen a cumplirlos, que te motiven y sean tu inspiración, pero sobre todo, que todo esto te ayude a vivir tu propia historia.

Escribí esto hace dos meses y hoy he decidido publicarlo; retomar mi escritura en este blog me hace volver a vivir.

Aférrate a tus sueños, porque si mueren, la vida es un pájaro con alas rotas que no pueden volar. 

Lanston Hughes