Hace un par de meses una artista, a la que admiro, recibió el reconocimiento como “Agente de Cambio”. En la vigésima edición de los Premios Juventud, realizada este año en Puerto Rico, la legendaria Shakira se alzó con ese merecido galardón por su trabajo filantrópico a través de su Fundación Pies Descalzos.

https://fundacionpiesdescalzos.com/

La organización ofrece educación a niños y niñas de escasos recursos económicos, ya que, según datos de la misma Fundación, más de un millón de menores no tienen acceso a la educación en Colombia. Una cifra alarmante, como en muchos países latinoamericanos.

Shakira no solo es un referente de la mujer latina por sus logros profesionales a punta de esfuerzo para abrirse campo en medio de un mercado preferente, anteriormente, para el género masculino y cargado de estereotipos. También es un referente por su nobleza reflejada en sus actos y en sus palabras.

Mucho se habla actualmente de ser agentes de cambio; si buscamos el concepto en la web, seguramente encontraremos significados como: aquella persona o grupo de personas que trabajan para provocar un cambio significativo en la sociedad. Seguramente en algún momento de nuestra vida hemos sentido este deseo de darle un propósito o un sentido a nuestra vida. Creemos que con pequeñas acciones podemos hacerlo y, es verdad, pero lo realmente importante es no quedarse con la intención o con el mensaje, debemos ACTUAR.

¿Qué acciones nos hacen agentes de cambio?

Shakira lo dijo en su discurso: “Para ser agente de cambio solo hay que diferenciar los que está bien de lo que está mal. Solo hay que creer que sí es posible, cambiar las cosas y no dejar que nadie te diga lo contrario”.

Alzar la voz por una causa justa, defender a un amigo ante una injusticia, ser honesto con los demás, ponerme en los zapatos del otro, dar las gracias por las pequeñas cosas, no desmerecer el trabajo de los demás, dar la mano a quien necesite nuestra ayuda, un pequeño consejo o simplemente escuchar a quien lo necesite, son tantas pequeñas obras que podemos hacer para lograr grandes cambios en el mundo.

Pues, como lo dijo la artista colombiana: “No hay que tener una fundación, no hay que ser político ni siquiera ocupar un lugar de poder, ni ser famoso ni rico”, cada uno de nosotros podemos generar cambios desde nuestra realidad y nuestras posibilidades.

“Cuando mi hijo de 10 años me cuenta con tristeza que un amigo suyo quisiera cambiarse el color de la piel porque no se siente parte o que algún otro está siendo apartado por sus preferencias, solo me queda como madre mostrarle que no se tiene que quedar callado, que puede levantar su mano, que puede usar su voz y que puede quejarse de eso y de todo aquello con lo que no está de acuerdo”

mencionó Shakira en su discurso.

¿Cuántos de nosotros hemos alzado la voz ante una injusticia? O ¿preferimos callar para no ser rechazados? ¿Cuántos de nosotros no nos conformamos ante el sistema y tratamos de hacer realmente la diferencia? Yo creo que podemos empezar a hacerlo. Cuando era niña recuerdo que mis maestras me decían que los niños eran el futuro de la Patria (una frase trillada), pero cuando creces te das cuenta que terminas adaptándote al sistema y que esa ilusión de cambio se pierde en el camino.

Con este post te invito a mirar introspectivamente, a devolverle al mundo la ilusión de cambio que teníamos cuando éramos niños, a reflexionar sobre qué podemos hacer mejor, cómo podemos ser mejores personas y qué legado queremos dejar en este mundo. Te invito hoy a sumarte a una gran comunidad de hombres y mujeres que queremos empezar a ser verdaderos agentes de cambio social, empecemos hoy.