Un mes en la Toscana italiana sin gastar en alimentación y alojamiento ¿es posible?
Amigas, hace mucho que no escribo un artículo de viajes; y eso, ya me estaba molestando.
Para los que leyeron TENGO MIEDO A VIAJAR SOLA y además, les gusta el voluntariado y se animan a la aventura de un viaje de exploración, pues este artículo es para ustedes.
En mi búsqueda por conocer el mundo de una manera libre, cultural, de aprendizaje y sin itinerarios, me encontré con una forma novedosa e interesante de viajar a bajo costo y que te da libertad para explorar.
Claro, puede ser un poco diferente a lo común, pero lo diferente no es malo, solo no es lo mismo.
¿No les ha pasado que cuando quieren ir a otro país o, inclusive, a un continente lejano, lo primero que se interpone en tu sueño es el “presupuesto”?
Piensas en pasar meses o años ahorrando para ir a Thailandia o a los Alpes Suizos y; cada vez, parece ser más lejana la idea de que llegue el día de partir.
Pero, hay valientes que decidieron que eso no iba a ser un impedimento a su aventura y, más bien, usaron sus destrezas como un medio de viajar con poco, para conocer mucho.
De esta necesidad nace la idea del Workaway.
¿Qué es Workaway?
Es una red social donde las personas ofrecen sus trabajos de manera voluntaria, por lo general de 4 a 5 horas diarias, a cambio de alojamiento y comida. Y por otro lado, los anfitriones (individuos, organizaciones o familias) están buscando ayuda en diferentes actividades en alguna localidad o ciudad específica alrededor del mundo.
Lo mejor de todo es que es una forma muy barata de viajar y de crear comunidades globales.
Considero que lo importante de esto, es que incluya la alimentación y no solo alojamiento, que se pueda proporcionar un servicio que dé al viaje un valor agregado y, adicional, adquirir un conocimiento nuevo, por ejemplo: aprender idiomas, jardinería, fotografía, etc.
Que la travesía vaya más allá de tomar las mejores fotos y hacer check a tu Bucket List (lista de deseos).
A diferencia de Couchsurfing (una plataforma donde se ofrece intercambio de alojamiento “sofás” y donde dos o más personas tienen un intercambio cultural), este sistema hace que te involucres más con la localidad a través del voluntariado.
¿Cómo funciona?
Entras a la página: www.workaway.info, ahí aparece la lista de anfitriones y eliges el país /ciudad dónde deseas ir.
Puedes filtrar según tus habilidades qué puedes ofrecer como intercambio, tales como: clases de yoga o baile, jardinería, proyectos sustentables o comunitario, construcción, granja, cocinar, fotografía, idiomas, etc. Encontrarás los resultados.
Es bueno que verifiques el nivel de respuesta del anfitrión, los meses disponibles, lo que ofrecen y buscan y uses los comentarios como referencia.
Comenzar con un período de 1 a 2 semanas, por primera vez, sería bueno, para ver si te gusta y te sientes cómoda.
Verificar los anfitriones es gratis, cuando ya desees crear contacto o usar este medio para poder hacer viajes, la membresía tiene un costo de $36 por todo un año.
Considero que es un valor asequible y te dará la oportunidad no solo de viajar una vez, sino las veces que tú quieras.
Ya que al pagar un valor, tanto para el anfitrión como para el viajero (workawayer), ofrece seguridad a ambas partes (no digo que sean malos los servicios gratuitos, pero cuando se paga por algo, se genera un compromiso)
¿Trabajar y hacer turismo es posible?
Sí, es posible. Puedes en la mañana, de 4 a 5 horas, apoyar a 2 adultos mayores en la jardinería de su casa a 5 km del Niagara Falls, en Canadá, o ayudar en un proyecto gráfico a una ONG en Vietnam y luego, por la tarde, salir en tu bicicleta a un festival de la localidad o tomar un tren a un destino exótico.
Se obtienen muchas cosas a través de esto: una forma fantástica para involucrarnos en distintos proyectos, conocer personas locales, conocimiento, tiempo libre, nuevos amigos, comida y un lugar donde quedarte.
Pero eso sí, requiere de tu compromiso y de una mente dispuesta al cambio.
Amigas, este es un modo diferente de viajar. Una vez que viajas te das cuentas de lo que realmente valen las cosas, de lo que realmente necesitas y qué no.
Muchas veces he escuchado que el que más viaja es porque tiene dinero, pero discrepo un poco con eso, ya que hay muchos viajeros que simplemente son creativos y recursivos.
Y recuerden “el dinero no debería ser un limitante para que nadie pueda cumplir el sueño de poder viajar”.