Cuando fuiste niña debiste haber escuchado frases como: “estudia para que seas alguien en la vida” o “la educación te hace libre”. Entonces, pensabas que eran frases exageradas o no entendías exactamente. Cuando creces, te das cuenta que la mejor inversión que pudieron hacer tus padres en ti fue pagarte la educación.

Las mujeres contemporáneas quizás no entendemos el valor de la educación como sí lo hicieron nuestras antepasadas. Lo que hoy es un derecho, antes estaba vetado para el sexo femenino, que tenía que conformarse con ser una mujer dependiente y subestimada. Aprender, efectivamente, te hace libre, te abre las puertas a un mundo antes oculto. El conocimiento te hace fuerte.

Una de las mejores frases que he leído sobre la educación es de Tomás Bulat, un periodista y economista argentino. La dijo en una de sus últimas entrevistas antes de morir: “Cuando se nace pobre, ser estudioso es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud”. Lo sé, lo creo y lo he vivido.

Cuando era niña sentía que estudiar era una obligación conmigo misma y con mis capacidades. Puede que no hayas escogido la profesión mejor remunerada, pero a veces tener un trabajo o ganar dinero por tu talento es simplemente cuestión de actitud y de perseverancia.

No sé qué estudiar

Es una de las principales dudas que aparecen en nuestra cabeza cuando recién nos graduamos del bachillerato. Algunos optan por tomarse varios meses de vacaciones o un año sabático, lo cual está muy bien si es un tiempo que lo inviertes para poner en orden tus prioridades.

El aprendizaje no solo se adquiere en las aulas universitarias, también está en los viajes, en los encuentros sociales, en los cursos de idiomas, en los deportes, en muchas otras actividades.

Si decidiste tomarte un tiempo para organizar tu vida, inviértelo con eficiencia en aquellas cosas que te gustan y que te ayudan a adquirir nuevos conocimientos.

No te sientas forzada a seguir algo por obligación, debe ser una carrera que te anime a levantarte todos los días a aprender algo diferente. Tampoco dudes equivocarte. Si escogiste una profesión que no es la tuya y te das cuenta a mitad del camino, nunca es tarde para empezar de nuevo.

Como experiencia personal, les comento que dediqué más de un año de mi vida a otra carrera. Luego la dejé. Fue la mejor decisión, la verdad es que no me veo  actualmente administrando leyes en el país. Se lo dejo a los expertos =).

En todo caso, durante todo ese año aprendí muchas lecciones de vida. Toda experiencia nos ayuda a crecer.

Soy profesional, pero no encuentro trabajo

La situación económica del país donde vives, sin duda,  influye en la búsqueda de un trabajo. Pero, también es cierto que, muchas veces, es simplemente una cuestión de actitud. No esperes que el trabajo te caiga del cielo. Hay que tocar puertas. Hay que arriesgarse.

Haz una lista de empresas en las cuales te gustaría trabajar. También haz una lista de contactos a quienes puedes entregar tu curriculum. No te limites a eso; pide citas, entrevístate con los directores, cuida tu imagen personal y valora tus capacidades. Hazlos sentir que la empresa necesita de tu talento.

A veces la falta de empleo nos pone creativos. Los mejores emprendimientos nacen en esos momentos. Así que, si eso de buscar un empleo no funciona o desististe de la dependencia laboral, es tu oportunidad para convertirte en un emprendedor. Pon en práctica tus conocimientos y arriésgate a crear aquello que siempre has soñado: tu propio negocio.

Aún no he terminado mi carrera

Esto también es muy común entre muchas jóvenes. A veces se dejan de lado los estudios por trabajo, porque formaron una familia o porque, como decía anteriormente, perdieron el interés en esa profesión.

Una carrera universitaria, aunque su nombre no ayude, no debería ser una competencia. No es cierto que serás mejor profesional si la terminas más rápido o viceversa.

Lo importante es que establezcas objetivos en tu vida y seas perseverante en cumplirlos.

Tengo amigas que obtuvieron su título cerca de los 30, otras que prefirieron viajar y luego retomar sus estudios y otras que quisieron dedicarse por completo a ser mamá y ahora están pensando en continuar su carrera. Nunca es tarde. Tú estableces tus plazos y tus metas.

Obviamente si tu interés es entrar a competir en el mundo laboral, tu título universitario es importante. Debes valorarlo.

Quizás tu objetivo es destacarte en el mundo artístico o deportivo, si es así, el aprendizaje en tu área también es necesario. Explota tu talento, capacítate y sé bueno en lo que te gusta.

Nunca dejes de aprender

El mercado laboral cada vez es más competitivo, así que tus conocimientos y tus valores siempre marcarán la diferencia. No dejes de capacitarte. Invierte tu tiempo y dinero en aquello que te ayude a crecer profesionalmente y también como persona.

Recuerda, una vez más, que el aprendizaje está en los libros, en los talleres, en un buen curso de coaching o de idiomas, en los museos, en las obras de teatro y en las buenas conversaciones, sobre todo con personas de culturas diferentes a la tuya. La vida es un eterno aprendizaje, así que disfruta el paseo y nunca dejes de aprender.

Conoce otras culturas

Si tienes la posibilidad de estudiar en otro país, hazlo. Conocer otras culturas enriquece tu personalidad.

Hazlo, ya sea por un intercambio universitario, para continuar con tus estudios de pre o posgrado, por un seminario, congreso, no importa si es por poco o mucho tiempo. Arma tu plan académico y arriésgate a invertir en ti misma.

Quiero compartir con ustedes 3 entrevistas realizadas a 3 mujeres, amigas y jóvenes profesionales que se han destacado por su esfuerzo, perseverancia y constante preparación académica. Actualmente, a través de su trabajo e investigaciones, están contribuyendo con el desarrollo de la sociedad dentro y fuera del Ecuador.

Andrea Romo

Periodista ecuatoriana en Alemania

Andrea es periodista ecuatoriana, viajó por estudios a Alemania hace más de 5 años, hizo su maestría en Administración Pública y actualmente está terminando su doctorado.

"Me siento una mujer empoderada. No tengo miedo a no cumplir con los roles de género establecidos"

Mis estudios son mi capital. Como mujer he logrado mucho, muchísimo pero a veces me cuesta ponerlo en palabras. Por ejemplo, he tenido la oportunidad de explorar las dificultades que ciertos grupos sociales muy vulnerables viven a diario. He tenido la posibilidad de ver eso de cerca trabajando con distintas mujeres en las cárceles (parte de mi PhD), pero más importante que explorarlo, ha sido creo yo, el rol y el compromiso que he cumplido al hacer visibles esas realidades a través de mi trabajo científico.

Las dificultades que se viven como extranjera y mujer definitivamente formaron más mi carácter. Soy una persona más abierta, más tolerante y más humana. Me siento una mujer empoderada, que no tiene miedo a no cumplir 100% con los roles de género establecidos, ni miedo de seguir lo que me digan mi corazón y consciencia aunque no todos estén de acuerdo conmigo.

"Una mujer con educación es capaz de revolucionar en cualquier esfera"

El estudio es imprescindible si uno quiere explorar y explotar el potencial que tiene como persona, profesional y como mujer. Las mujeres hemos sido históricamente marginalizadas, pero eso está cambiando. Mientras la mujer no invierta en su educación, y cuando hablo de inversión no sólo me refiero al dinero sino también al tiempo, su visión, sus posibilidades, y su crecimiento se verán limitados. Una mujer con educación es capaz de revolucionar en cualquier esfera, mientras que una sin educación es más vulnerable a perpetuarse en un rol subordinado.

"El estudio abre puertas"

En lugar de invertir tiempo y dinero en cosas banales, en situaciones o personas que les causan estrés o dolor, mejor inviertan en fortalecer sus conocimientos y carácter a través del estudio. El estudio abre puertas. Permite conocer personas, otros idiomas, otras culturas, otras realidades y a entender nuestras propias realidades. El estudio abre la mente y eso tiene muchas repercusiones en la vida personal y profesional. Ah! Y cuando decidan estudiar o seguir estudiando, no permitan que nadie les diga qué es lo que tienen que estudiar. Esa decisión es personal.

Gabriela Aguilar

Psicóloga Clínica

Gabriela, además de ser Psicóloga Clínica, es máster en Intervención  en Violencia contra las Mujeres. Estudió en Bilbao (España). Trabaja actualmente en una Casa de Acogida de la Federación de Mujeres de Sucumbíos (Ecuador).

"Si una mujer avanza, avanzamos todas"

Si una mujer avanza, avanzamos todas. Nuestra presencia y logros en el ámbito público/profesional han sido y son reflejo de muchos esfuerzos. Las mujeres que alguna vez fueron privadas de la educación y han luchado por este derecho nos han abierto muchos caminos y considero que hay que seguir reivindicándolos.

Sin duda, seguir estudiando nos permite aprovechar y potenciar nuestras infinitas capacidades y fortalezas pero, sobre todo, representarnos y seguir ampliando horizontes para las que vienen.

Mi profesión es una de las herramientas más atesoradas que tengo...

Mi proceso de aprendizaje, mi profesión, es una de las herramientas más atesoradas que tengo para moverme en el entorno en el que me encuentre. Es muy importante para mí porque el área donde elegí desarrollarme y compartir lo que construyo, requiere de mucha conciencia, responsabilidad y compromiso.
Trabajar en la reivindicación de nuestros derechos, desde la intervención en violencia intrafamiliar, demanda estar en constante formación y movimiento, en esta línea, mis logros en el aspecto personal serían: articular y fundamentar mis convicciones con mi formación profesional, poder abrazar los cambios y desafíos; y, crecer con todo lo que esto implica.

Hay que motivarnos, apoyarnos y no perder el objetivo de crecer...

No todas las mujeres tienen las mismas oportunidades para prepararse académicamente como quisieran, incluso, solicitar un préstamo podría ser un indicador de una posición privilegiada frente a otras. Ciertamente, hay muchos elementos que confluyen para dificultar procesos educativos.

Sin embargo, apelo a buscar alternativas, a motivarnos, a apoyarnos y a no perder el objetivo de crecer de la manera que elijamos y transformar(nos) con las semillas que vayamos plantando. Siempre serán esfuerzos con gratas recompensas y enormes aprendizajes.

Fátima Guamán

Economista e Ingeniera en Ciencias Empresariales

Fátima es una profesional ecuatoriana. Realizó sus estudios de cuarto nivel en Francia. Allí se graduó como Máster en Análisis Político y Económico. Actualmente trabaja como docente universitaria en el Ecuador.

Fátima forjó su educación gracias a becas de estudios

A través de las becas he podido acceder a la educación que el nivel de ingresos familiares me lo impedía. La primera beca que tuve fue de la Fundación Alfons Goppel y gracias a esa ayuda económica, que provenía de un padrino alemán, pude terminar mis estudios de secundaria.
A mediados del 2005, bajo las condiciones económicas de la época (no existía gratuidad en la educación pública), al terminar mi primer semestre en la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL) tuve que retirarme porque no podía costear los aranceleres universitarios, a pesar de contar con ayudas económicas por aprovechamiento. La Fundación Leonidas Ortega Moreira (FLOM) entonces me permitió continuar con mi ansiado sueño, el de estudiar en la universidad.

"Los estudios me han abierto las puertas a conocer otros países"

Mis estudios han constituido el medio por el cual he logrado mis objetivos personales y profesionales. Como especialista en Economía de la Educación, puedo indicar que a medida que una persona termina un nivel de estudios más alto, tiene la posibilidad de acceder a un cargo con un mejor salario, pero esto sucede no solo por el grado académico sino también por las habilidades que uno va absorbiendo en su aprendizaje académico.

En lo personal, puedo decir que la inversión de tiempo en los estudios me ha permitido desarrollar muchas habilidades entre ellas la de investigación y de idiomas. Con ello, he logrado también obtener el grado de maestría. Ahora, en mi trabajo como docente, lo comparto con los estudiantes de Economía.

De igual manera, los estudios me han abierto las puertas a conocer otros países, culturas e idiomas. Los estudios me han enriquecido indirectamente a través de mi permanencia en el extranjero, lo que me ha hecho madurar y redescubrirme.

Una mujer de mente analítica... es una persona productiva

Para una mujer no solo es importante el estudio, no solo son necesarios los grados académicos para hacerle frente a una desigualdad de género existente en los empleos de América Latina, donde la mujer sigue ganando un sueldo inferior al hombre aunque sea por el mismo trabajo. También es importante el aprendizaje.
Una mujer con una buena crítica, de mente analítica, que le guste opinar y con otras habilidades, es una persona productiva. Permite cambios dentro de su campo profesional, ayuda a su organización pública o privada tambien a ser productiva y/o en su entorno familiar contribuye al desarrollo de mayores habilidades en sus hijos.

"La preparación de la mujer es necesaria para combatir el machismo"

Toda persona siempre tiene aspiraciones en la vida. Yo aconsejo a toda mujer, primero a encontrar su pasión antes de aplicar a una especialidad no solo porque le genere ingresos económicos, tiene que ser algo que le guste y que no la haga sentir decepcionada a lo largo del tiempo.

Por otro lado, si el factor económico es un problema, traten de buscar ayuda financiera como becas o créditos educativos, con lo cual puedan pagar sus gastos y seguir sus estudios.

Por último, solo me queda decir que la preparación de la mujer es necesaria para combatir el machismo vigente en la sociedad ecuatoriana (y en la mayoría de las sociedades).