Una de las preguntas más incómodas que la gente puede hacer a:

  • una pareja de recién casados,
  • una pareja que lleva tiempo de casados y no tiene hijos,
  • a los padres de un hijo único,
  • a una mujer soltera que está cerca de los 30 o en sus 40 es:

¿Y los hijos, para cuándo?

Para responder a esto muchas veces hemos brindado una sonrisa falsa,  ofrecemos frases pre hechas “mmm…no es el momento” o “estoy bien así” con cierta vergüenza o dudando de nuestras palabras y buscamos la forma de cambiar el tema rápidamente.

¿Por qué? ¿En qué momento nuestra fertilidad pasó a ser asunto de otros?

La sociedad cuestiona a las mujeres con preguntas como ¿Por qué no tienes o no quieres tener hijos? O, por el contrario, en el caso de familias que empiezan a ser numerosas ¿por qué quieres tener más hijos?

Y al anunciar la llegada del tercer o cuarto hijo, además de recibir las felicitaciones, empiezan a llegar los comentarios atrevidos y no solicitados.

Como si hubiese un patrón estándar a seguir sobre cuándo y cuántos hijos tener.

Puede que seas un familiar o un amigo con buenas intenciones y haces este tipo de preguntas porque quizás deseas tener un tema de conversación o por tu deseo de curiosidad.

Pero, debes saber que la pregunta: ¿Y los hijos para cuándo?, puede ser muy impertinente.

Considera lo siguiente antes de preguntar:

  • Esa mujer puede tener problemas de salud o estar, durante varios años, en un tratamiento de reproducción asistida, del cual no haya tenido buenos resultados,
  • puede que esté sufriendo ansiedad por la presión social de que “debe reproducirse”,
  • está sometida a estrés,
  • puede que haya sufrido un aborto,
  • ha sido víctima de una violación,
  • la relación con su pareja no está yendo bien,
  • puede que haya decidido junto a su pareja no tener hijos por el momento o simplemente no los tendrán porque no quieren.

Son tantas las situaciones que desconocemos y que, la verdad, no deberíamos cuestionar.

Aunque para algunas puede que este tipo de preguntas no les moleste, estoy segura que a muchas y por experiencia propia, este cuestionamiento aparentemente inocente puede causar dolor, estrés y hasta depresión.

¡Sobrevivimos a la crisis de los 30!

AÚN NO ES EL MOMENTO

Existen parejas que han decidido que aún no es el momento de tener hijos, ya sea porque existen planes de por medio como: mudarse, retos profesionales, viajar etc.

No quiere decir que no se pueda preguntar, siempre y cuando se lo haga con respeto y educación. 

Pero a veces no es así, algunos suelen preguntar “¿Y ustedes, para cuándo?”, como no aceptando la posibilidad de que la pareja no quiera tener hijos y ante una respuesta negativa vienen los comentarios inoportunos y los juicios de valor por la decisión de aplazar un embarazo.

NO DESEO SER MAMÁ

Otras mujeres consideran que el rol de la maternidad no es lo suyo y que existen otras formas de vivir siendo mujer y dejar una huella en el mundo a través de sus profesiones o vocación.

Muchas veces pasan por raras o diferentes  y no se ajustan a los estereotipos que dicta la sociedad.

Si está segura de su su decisión porque ha hecho un análisis de sus razones  y se conoce bien, al recibir la pregunta ¿y cuándo tienes hijos? sabrá cómo responder con toda seguridad.

NO PUEDO TENER HIJOS: ¿Y AHORA QUÉ?

Hay mujeres que desean con todo su corazón ser madres, pero no pueden concebir, esto les ocasiona ansiedad y cuadros depresivos.

Pero, el problema de infertilidad no sólo es por parte de ellas, también suele darse por el lado del esposo y a menudo recurren a tratamientos de reproducción asistida.

En una reunión social cuando hacen esta pregunta puede resultar dañino y afectar a la pareja que lleva tiempo intentándolo y no lo consigue.

Queridas lectoras deseo compartirles las voces de 3 mujeres con historias muy diferentes pero que tienen algo similar, alguna vez en su vida les preguntaron: ¿Y los hijos, para cuándo?

SANDRA GÓNZALES

Artista plástica

Sandra Gonzáles es una artista de 30 años conocida como Lola Duchamp en el ámbito artístico, Licenciada en Artes Visuales y realizó su máster en México.

Actualmente se dedica a crear proyectos artísticos en la ciudad de Guayaquil.

Ella siempre supo que no quería tener hijos, pero unos años atrás a raíz de una terapia psicológica tras su divorcio, pudo decir con convicción “no quiero ser mamá” sin dudas o justificaciones.

“Ser mamá es algo que no lo siento, no me nace.”

No critico el hecho de ser mamá, pero en mi opinión considero que la maternidad tomaría mucho de mi tiempo, el cual no estoy dispuesta a sacrificar.

Yo me dedico a hacer arte, mi profesión es algo que atesoro  y estoy convencida que mis proyectos son mis hijos, mis obras es lo que yo le dejo al mundo.

“Cuando yo creo obras lo hago por amor. Y siento que ese es el mismo motivo por el cual la gente tiene hijos, por amor. Esa es la razón de la existencia”.

Para mí SER MAMÁ es algo que no debe tomarse a la ligera, no por el hecho de ser mujer tengo que cumplir el rol de género de tener hijos.

De pequeña fui criada por niñeras y vi que ese mismo patrón sucedía con otras mujeres de mi familia, y eso es algo que no me gustaría repetir.

Actualmente estoy trabajando en una exposición que cuestiona los roles de la maternidad.

A veces me dicen “seguro te vas a arrepentir” “eso dices ahora que eres joven”, no estoy de acuerdo cuando la gente dice: “¿qué vas a hacer cuando estés vieja?”, “no vas a tener con quien conversar”.

“Cuestiono cómo el sistema nos impone que sólo con hijos o con una pareja vamos a sentirnos completas emocionalmente y que nuestra validez se tiene que construir alrededor de otros, esto puede llegar a ser un estigma social muy pesado para muchas mujeres”.

Y por esta razón, muchas veces te encuentras con mujeres que no se han encontrado a sí mismas sino que están sirviendo a los demás.

FERNANDA LEDESMA

Licenciada en Educación con mención en Inglés

Fernanda Ledesma, profesora bilingüe, tiene 27 años y lleva 2 años de casada.

Antes de casarme había conversado con mi esposo sobre el hecho de tener hijos y decidimos que lo íbamos hacer cuando nos sintamos plenamente dispuestos en varios aspectos, como: terminar nuestras carreras, estar bien económicamente y profesionalmente; y, alcanzar nuestras metas.

Consideramos que necesitamos formar un hogar, un buen ambiente donde el niño pueda crecer y todo esto hay que construirlo, por eso lo que hacemos es planificar.

Planificar tener una casa, viajar y conocer el mundo, lograr nuestro crecimiento profesional, alcanzar nuestras metas y luego tener un hijo para darle el tiempo que se merece.

“A un hijo hay que brindarle tiempo y qué mejor que estar a su lado, en cada momento importante de su vida”.

“Yo creo que es una decisión de pareja si uno va a tener o no hijos y no lo consultamos ni con mi familia, ni con la de él”.

A pesar de que  frecuentemente  nos preguntan ¿para cuándo?”  Simplemente respondo con firmezaaún no es el momento, estamos enfocados en mis estudios y crecer profesionalmente cada uno”.

LORENA PALIS

Ingeniera Agrónoma

Lorena es Ingeniera Agrónoma y se dedica a la producción de banano, tiene 36 años y 7 años de casada.

Al segundo año de matrimonio tomamos la decisión con mi esposo de tener un bebé. Fuimos al médico e hicimos todo lo necesario y lo rutinario.

Pero, todos los exámenes salieron negativos.

En 5 años ya hemos gastado muchísimo dinero en los tratamientos y ninguno ha funcionado.

Este proceso nos ha afectado. Al menos en mi caso como mujer, uno piensa “te casas, después de un tiempo ejerces tu profesión y ya llega el momento en que quieres ser mamá” pero luego te sale negativo y vas de médico en médico y todos te dicen que “No”.

“Entonces te caes, a mí me afectó y me dio muchísima depresión, no comía, pasaba solo llorando”.

Pero, gracias a Dios y a nuestras familias que nos han apoyado, ahora vemos la situación desde otra perspectiva, ya no nos afecta tanto como antes.

Hemos decido con mi esposo hacer un último intento este año con una inseminación, pero si ya no podemos ser padres, lo aceptaremos, cerraremos la página.

Planeamos seguir trabajando, comenzar a viajar y conocer el mundo juntos.

Para todas esas mujeres que no pueden tener hijos, tengan fe en Dios, porque Dios puede hacer “posible lo imposible”, contra todo pronóstico médico.

Recuerden que cada etapa tiene su momento, no el de tu mamá, amiga, tía o suegra.

Sino el tuyo, no hagas cosas por presión social, escúchate a ti misma y no decidas ser madre por un estándar sino porque tú quieres y estas preparada para ello.

A veces cuando nuestras decisiones están fuera de la caja las críticas aparecen, pero hay que despojarnos “del que dirán” para ser leales con nosotras, porque al fin y al cabo ellos no vivirán tu vida.