Les cuento que con Tom, mi esposo, decidimos por fin tomarnos unas vacaciones y, la verdad, creo que realmente las merecíamos. Como ya les he comentado tenemos un bebé pequeño, de meses,  y obviamente nos hacíamos esa pregunta: ¿Debemos dejarlo?, yo personalmente tenía ese sentimiento de culpabilidad de que como es tan pequeño algo podía pasarle y después se vendría la avalancha de personas que juzgarían esta decisión.

La sociedad puede ser muy dura y muy crítica pero definitivamente respeto lo que piense cada padre y madre porque creo que cada quien hace lo mejor para criar a sus hijos y cada situación es diferente. Como recomendación les puedo decir: hagan lo que consideren mejor para su familia, lo que su instinto y su conocimiento les diga. Créanme que estará bien.

En nuestro caso, con Tom siempre hemos tomado vacaciones juntos desde que somos novios, nos ha gustado alejarnos un poco del día a día, del “corre corre” de las actividades cotidianas y ahora también del trabajo de ser padres para relacionarnos mejor como pareja y alimentar nuestra relación porque, al final, creemos que nosotros somos la base de la familia y como pilares fundamentales los dos debemos sentirnos bien.

Además, esas vacaciones para nosotros solos, nos permiten soñar y sobre todo ver con otra perspectiva aquellos detalles que en el mundo del estrés difícilmente los vemos.  Así que, sinceramente por nuestro lado sí recomendamos ese tiempo de pareja.

¿Cómo lo hicimos? Honestamente tratamos de no complicarnos mucho. Les puedo sugerir uno que otro consejo, pero en fin, una vez más les digo que, cada situación es diferente. Si deciden tomar esa decisión como nosotros, tengan la tranquilidad y la confianza de que lo harán excelentemente bien y valdrá la pena haber disfrutado de su esposo y de ustedes mismas esos días.

Esas vacaciones, para nosotros solos, nos permiten soñar y ver con otra perspectiva aquellos detalles que, en el mundo del estrés, difícilmente los vemos.

Como consejo les puedo comentar que es mejor si buscan a una persona en la que confían verdaderamente; para nosotros, mis padres son la mejor opción. Además de ellos, le pedimos a Verónica, la persona que cuida a Noah, que se quedara unos días con ellos y Verónica aceptó.

Con la finalidad de no sacarlo a Noah de su ambiente decidimos que nuestros padres se queden durmiendo en nuestro departamento, ya que allí el bebé cuenta con toda las condiciones y facilidades (lo bueno fue que mis padres aceptaron). También realicé una lista de las cosas que Noah necesita día a día como para no olvidarme de ningún detalle y que mis padres no tengan que correr a conseguirlo.

Adicional, le dejé también a mi mamá una lista de la rutina de Noah (horarios de descanso, alimentación, baño, juegos, canciones y le conté un poco sobre las cosas que le gustan y las que no), pese a que la niñera lo sabía de antemano no quería que mi mamá se sintiera incómoda o incomode a Verónica. Como siguiente punto decidimos confiar en que ellos lo harían bien y trabajarían en equipo para que nosotros no estemos preocupados y disfrutemos del viaje.

Finalmente, hicimos buen uso de la tecnología, realizamos videoconferencias así no nos sentíamos tan lejos de Noah.

Como experiencia les puedo decir que fue espectacular, realmente sentí que nos merecíamos esas vacaciones ya que desde el embarazo no nos habíamos tomado un tiempo para los dos. Conversamos y recordamos muchas cosas que habíamos dejado de lado, nos hicimos nuevas promesa (espero las cumplamos). Además, aproveché para reflexionar y planificar proyectos personales que como mujer necesitaba y Tom también necesitaba ese espacio.

La verdad, acostarse a dormir sin tener que levantarse en la madrugada, salir a pasear sin tener que empacar tantos accesorios de bebé, pasear sin tener que estar chequeando el tiempo porque el niño nos esperaba en casa, fue maravilloso. Por favor, que alguien me diga que ¡todo eso no es rico! , pues lo es, por lo menos por unos días.