Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hay más de 120 países que conceden licencia de maternidad pagadas a sus trabajadoras. En la actualidad se prevé una licencia mínima de 12 semanas, pero la recomendación de la OIT es que sean mínimo 14 semanas. Este contacto madre e hijo,  beneficia significativamente el desarrollo emocional y cognitivo de los niños.

Los estados de varios países, especialmente europeos, toman muy en serio el valor que debe otorgarse a la madre y a su pequeño durante los primeros meses, incluso años, de vida. Por eso, sus medidas laborales en favor de la maternidad y también de la paternidad compartida son muy generosas.

Según una publicación realizada en abril del 2023 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre sus países miembros, casi todos brindan a las madres una licencia de al menos 14 semanas antes del parto; la principal excepción son los Estados Unidos, que es el único país de la OCDE que no ofrece ningún derecho legal a una licencia remunerada a nivel nacional.

Fuente: OCDE

  • En algunos países, el derecho a la licencia de maternidad remunerada se extiende a más de seis meses. En el Reino Unido, por ejemplo, las madres pueden disfrutar de hasta nueve meses de licencia de maternidad remunerada, pero no gozan de más permisos parentales como en el caso de otros países (como se describe en el cuadro siguiente).
  • Las licencias de maternidad en general están bien remuneradas. La mayoría de los países de la OCDE ofrecen pagos que reemplazan más del 50% de los ingresos y 16 países de la OCDE ofrecen a una madre con ingresos promedio una compensación completa durante la licencia de maternidad.

Los 20 países con mejores licencias remuneradas para madres

La publicación también revela que el gasto público en licencia de maternidad y paternidad oscila entre 71.200 dólares por niño nacido en Luxemburgo y 611 dólares por niño nacido en Turquía. El promedio de la OCDE es de 17.248 dólares por niño nacido. El gasto es generalmente más alto en los países nórdicos, así como en los de Europa central y oriental de la OCDE, lo que refleja la generosidad de las tasas de pago y el alto nivel de aprovechamiento de las licencias tanto entre las madres como los padres.